jueves, 19 de febrero de 2009

Los privilegios de la vista

Ahora que lo pienso es el título de un relato publicado en la colección erótica de mm minimalia (México: Solar Servicios Editoriales, 2008), que “se desprende –según se lee en la página legal- del proyecto fotográfico titulado ‘La escritura y el deseo’” de Alejandro Zenker, que consiste en retratar a escritores con una modelo desnuda “como encarnación de sus deseos, como provocación, como estímulo”. Sandro Cohen / narrador juega en el texto con esta situación, pues inicia contando que ha recibido la invitación para “posar junto a una mujer desnuda” en una sesión donde lo único que debe hacer es dejarse llevar. La ficción está anclada en la realidad: el fotógrafo, Alejandro (¿Zenker?), lo cita en una Casa de San Pedro de los Pinos (donde se encuentran las oficinas de la editorial). Se entera de que Gustavo Sainz ya ha sido fotografiado (en la misma colección se publicó el título Batallas de amor perdidas). Además de otras referencias que contribuyen a la conformación de un ambiente verosímil, como un seminario de redacción impartido por el originario de New Jersey en el Consejo Nacional de las Artes, donde conoció a la recepcionista.

Ésta, como todas las buenas narraciones, atrapa desde la primera línea, subyuga y no es posible abandonarla sin haber llegado al punto final. (Se dirá que Ahora que lo pienso es un texto breve y es cierto, pero también es verdad que hay ficciones mínimas que hastían y obligan a dejar la lectura inconclusa). Aquí la brevedad no va en detrimento de la obra. No hay un sacrificio sustancial de lo literario. La tensión se mantiene página por página, aderezada con humor: “Empecé a preocuparme por lo que podría suceder si la modelo resultaba, de plano, fea. Pero más me preocupaba la posibilidad de que fuera realmente atractiva”. O bien, cuando el narrador afirma de sí con ironía: “Duro dos o tres meses con alguna mujer –he llegado a cumplir hasta seis-, pero siempre terminan aburridas conmigo y en la cama de alguno de mis amigos.”

La experiencia del escritor le permite jugar -divertirse- con el lector. El uso de las preguntas es buen ejemplo de la maestría. “¿Y que tal si la modelo era novia del fotógrafo?”. Preguntar le permite –primero- incrementar la tensión esbozando al mismo tiempo escenarios “posibles” dentro de la historia, incrementar –luego- la empatía al compartir un estado de excitación e incertidumbre: “¿Y si al dejarme llevar, llegaba demasiado lejos? ¿Y si me reprimía y no hacía hada de lo que ellos querían? ¿Y qué debía hacer, exactamente”, y –por último- aplazar la aparición de la anunciada mujer desnuda, aspecto fundamental para que el relato admita el adjetivo “erótico”. Aquí el erotismo no se justifica por la sola presencia de una modelo que se despoja de la ropa para una sesión fotográfica, sino por la exploración del deseo humano, por la contemplación de la belleza, por la sugerencia de “algo más”. Erótica es la construcción de una relación que surge de la atracción y está mediada por signos, en la cual es posible aproximarse al misterio del otro gracias a los gestos y las palabras. En este sentido, cobra relevancia la conversación con la recepcionista, cuando le anuncia al narrador que no tardará la modelo.

¿Qué, no eres tú? –quise halagarla. Además, algo había en sus ojos que me daba a entender que no le molestaba la idea.
-¡Cómo crees! ¡Ya mero! –yo lo había dicho así nomás, como piropo, fineza social que no acostumbro, pero cuando se puso roja primero y luego morada, igual que las flores que estaban a mis espaldas, confirmé mi buen tino.


Sandro Cohen/poeta abre la puerta a la sensualidad. Su mirada cuando describe el lugar recuerda que el erotismo es una fiesta de los sentidos. Descubrimiento de la maravilla. Un viaje hacia lo sagrado. La contemplación del universo: “Cerca del tallo, [las flores] eran casi blancas. El pigmento primero aparecía de modo tenue, pero con cada milímetro que avanzaba hacia arriba, se iba volviendo más agudo, penetrante, carnoso, casi impúdico”. Y en esa actitud acuciosa es sorprendido por el anfitrión y Leda (¿Rendón?), la modelo, “una mujer delgada de ojos color miel, nariz pequeña y cabello recogido”, cuyos “pezones eran visibles debajo de su halter de licra.

Sandro Cohen / académico explora la atracción “irresistible” que ejerce el cuerpo femenino sobre los hombres, y de manera especial, hacia los senos.
“Es más fuerte que nosotros –dice. Y si logramos mantener la mirada levantada para ver a nuestra interlocutora directamente a los ojos, debemos hacer un esfuerzo consciente por no bajarla, para que no se extravíe hacia las regiones suaves, curvas y casi hipnóticas debajo de la clavícula”.
Lascividad o encanto. Incitación o flaqueza. Impulso natural o construcción social. El autor concluye la disquisición escribiendo: “Creo que les emociona este juego. A mí, francamente, me pone nervioso.”
La exploración se intensifica durante la sesión fotográfica para desembocar en un giro lúdico, tan agradable como sorpresivo. El relato se sostiene por sí mismo, pero se agradece que esté ilustrado con un ensayo fotográfico de diecisiete fotografías en blanco y negro (además de la portada) impresos en papel ahuesado. Me agrada el contraste entre las imágenes que aparecen en la página 29 y la 34. La pose tiene una variación mínima, pero los ojos de la modelo abiertos y cerrados dicen cosas distintas. También me gusta mucho el desafío visual de la página 38. Si no digitalizo las fotografías y las presento en este blog, no es por pudor ni por consideraciones a la propiedad intelectual, sino por contribuir al sano morbo y esperando que el lector compre uno de los 100 ejemplares de la primera edición para que proyectos de esta naturaleza sean rentables y continuos.

4 comentarios:

  1. No conocía este libro de Cohen aunque sí otros muy buenos de esta misma colección (casi imposible de encontrar en librerías. Además de conocer la poesía de este autor y editor, se me revela aquí como narrador. Gracias por ello.



    Saludos...

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  2. Alexsh
    (Alumno de su clase de computación)

    Después de darle lectura a la reseña que hace del libro me deja intrigado, me gustaría tener acceso a este escrito, pero pienso que es difícil de conseguir algún ejemplar de las 100 copias de la primera edición, deben estar agotadas. Pero no seria mala idea el adentrarme a la literatura erótica con otros autores.

    Saludos!!!

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  3. Angélica Z. (tcu111)

    Insitante su reseña,y me causó curiosidad no sólo conocer el texto sino al autor, nunca había escuchado algo sobre él. Es grato saber que usted dedica un espacio para el erotimo.

    Que esté muy bien!

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  4. Vaya que es interesante el trabajo de Zenker, retratar el erotismo,tan polémico(que absurdo) y tan innerente al hombre.
    Sería bueno poder encontrar este libro.

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