lunes, 9 de marzo de 2009

El arte de presentar argumentos

Dice Christian Plantin en su libro La argumentación (Barcelona: Ariel, 2005) que ésta “es una operación que se apoya, sobre un enunciado asegurado (aceptado) –el argumento- para llegar a un enunciado menos asegurado (menos aceptable) –la conclusión.” Y en ese sentido, “[a]rgumentar es dirigir a un interlocutor un argumento, es decir, una buena razón para hacerle admitir una conclusión e incitarlo a adoptar los comportamientos adecuados”. O dicho de otra manera: la argumentación es “el conjunto de técnicas (conscientes o inconscientes) de legitimación de las creencias y de los comportamientos. La argumentación intenta influir, transformar o reformar las creencias o los comportamientos (conscientes o inconscientes) de la persona o personas que constituyen su objetivo”. (39-40) El valor del libro y su utilidad no están, sin embargo, en la precisión con que se define, sino en la visión general y suficiente que aporta sobre las distintas aproximaciones teóricas a un fenómeno amplio y, de por sí, complejo.

En el primer capítulo se muestra la capacidad argumentativa de las palabras, al recordar el legendario pacto de Córax con Tisisas, según el cual “[s]i Tisias gana su primer proceso, entonces paga a su maestro; si lo pierde, no le paga”. Sucede que en el primer proceso, el discípulo declara que no le debe nada al maestro, de modo que si gana no paga y si pierde, de acuerdo al pacto, tampoco paga. Córax, antepone un contra-discurso, mostrando que “todo aquello que está hecho mediante palabras puede deshacerse mediante palabras”. (7) La anécdota permite hacer un reconocimiento de lo que la argumentación “debe” a los sofistas: la antifonía (“a todo discurso le responde un contra-discurso”), la paradoja (que “despierta el pensamiento”), el recurso a lo probable, y la dialéctica (en el sentido de “diálogo razonado, conducido según unas reglas precisas”).

Después se señalan los ámbitos en que se ha desarrollado y estudiado la argumentación, a saber, la retórica y la ciencia. Cada ámbito impone características peculiares a la operación argumentativa. Así, en la retórica tradicional se distinguen cinco etapas: 1) la invención (o búsqueda mental de argumentos), 2) la disposición (o relación de argumentos), 3) la elocución (o elaboración textual), 4) la memorización y 5) la acción (o presentación en público). En la ciencia, donde el objetivo es probar o demostrar. la argumentación se vincula a la lógica y exige criterios que garanticen la verdad de las conclusiones.

Hecho este recorrido, Christian Plantin, director de investigación en el Centre National pour la Recherche Scientifique, consigna las cinco líneas de investigación en que se pueden agrupar los trabajos que sobre el tema se realizan actualmente: 1) La pragmadialéctica que “estudia la argumentación como un tipo de diálogos fuertemente sujetos a normas”. 2) Argumentación y análisis de la conversación que estudia “las interacciones verbales” en el marco de la “conversación”. 3) la pragmática lingüística “integrada” en la lengua que sigue las ideas de Ducrot, 4) la pragmática sociológica y filosofía de la “acción comunicativa” que se basa en la teoría de Habermas y pugna por una argumentación ética. Y 5) la “lógica pragmática” enraizada en los trabajos de las ciencias cognitivas. (20-21)

Todas estas tendencias comparten su interés por el mismo objeto de estudio. Lo que las diferencia –dadas las diversas características del fenómeno- es la forma en que abordan las siguientes cuestiones o dicotomías:
1) La relación Lenguaje/Pensamiento, o sea: admitir que “[l]a argumentación es una actividad lingüística que se acompaña de una actividad de pensamiento, que deja huellas de pensamiento” o asumir que “[l]a argumentación es una actividad de pensamiento que se expresa, que deja huellas en el discurso”. (29)
2) La oposición Lengua/Discurso, donde: si “[l]a lengua es argumentativa” entonces “[l]a investigación en argumentación atañe a la lingüística”; pero si lo argumentativo está en el discurso, entonces, o bien “[e]l habla es siempre necesariamente argumentativa” en cuyo caso la investigación compete a “una psicolingüística o una sociolingüística”, o bien, “[s]ólo algunos discursos son argumentativos”, y corresponde su estudio a la retórica. (29-30)
3) Su consideración como Monólogo/Diálogo, porque: si se asume como objeto “el discurso monológico” el estudio consiste en “extraer de él las estructuras”; pero si se piensa como “situación dialógica” el estudio comprenderá “el debate, la conversación”, (30) y por tanto, habrá que considerar no sólo las proposiciones, sino al proponente y al oponente.
4) La determinación de si el estudio es No normativo/Normativo. En el primer caso se podrán distinguir entre “buenas y malas argumentaciones” en la medida en que se ajustan a las reglas; pero en el segundo caso. (30)
5) La elección entre Consenso/Disenso, esto es, elegir si la finalidad es lograr el acuerdo, “la resolución de las diferencias de opinión” o si “[l]a disonancia es una condición de la renovación del pensamiento”.

En todo caso, cabe señalar que la argumentación se realiza en torno a un problema o tema sobre el que “el argumento tiene el estatus de una creencia (presentada como) compartida, de un dato fáctico (presentado como) incontestable”. Para introducir una conclusión que goce del mismo estatus se requiere de la ley de paso que permita el “salto” o salvar la “diferencia de nivel entre el enunciado del argumento y el enunciado de la conclusión”. (41-42) Pero antes de concluir, también hay que considerar la objeción o refutación del oponente: “La refutación pretende concluir el diálogo, la objeción apela a una respuesta, es decir, a la confirmación del diálogo”. (44) Otro de los obstáculos de la argumentación es la posibilidad de devenir paralogismo (“argumentación falaz”) o sofisma (argumento sujeto a los intereses o pasiones del autor).

Consideradas las generalidades referidas, Plantin señala que el análisis de cualquier argumentación debe considerar el objeto, el lenguaje y la interacción y a ello dedica los últimos capítulos. 1) Que se puede argumentar por casa o por consecuencia, que se puede argumentar por analogía pero este proceso no es concluyente, o que la argumentación por caso requiere una enumeración exhaustiva de los componentes muestra que “la argumentación manipula los objetos y las relaciones entre objetos”. 2) Que en la sintaxis de la lengua hay una “lógica lingüística”, que se puede sesgar una afirmación, disimular o forzar una conclusión, o que la palabra “descifra y orienta” manifiesta como “la argumentación asume las restricciones del lenguaje en el que se realiza”. Y 3) que la argumentación implica una “confrontación de una manera polémica o colaborativa” permite ver que “la argumentación es un proceso interactivo” en el que, para que la argumentación sea fecunda, habrá que evitar las formas “no válidas” como la argumentación ad hominem, ad verecundiam, ad ignorantiam, la argumentación por la fuerza, la carga de la prueba, la adaptación al auditorio, los estereotipos, la referencia sobre las creencias o los intereses de terceros y el ataque personal o insulto.

4 comentarios:

  1. hola profe que le puedo decir esta bien padre su blog, a mi no me gusta mucho lo cultural pero esta bien padre e interesante y yo creo que si muchos como yo les llamara la atencion dariamos aconocer las maravillas que tenemos en puebla y sus alrededores, esta padrisimo...........

    ResponderEliminar
  2. Poka.
    No esperaba menos, ya que su clase me gusto mucho. -Soy mujer de pocas palabras- es la verdad.
    Su blog me parece interesante y refleja su de manera sutil su personalidad.

    Gracias
    Auf widersehen.

    ResponderEliminar
  3. QUE TAL PROFE. GRACIAS POR ES TAS CLASES, ME GUSTARON MUCHO, ME DEJAN ALGO UTIL PARA MI CARRERA, MIS TRABAJOS, Y A UN NEGOCIO QUE TENGO.

    ME GUSTO MUCHO EL AMBIENTE, PUES SABE HACERLO AMENO, divertido.
    de ante mano muchas gracias y hasta pronto cuidese vale.

    ATT: JOSE LUIS

    ResponderEliminar
  4. lo unico que le puedo decir es que su comentario de "el argumeto de presentar argumentos", es muy interesnate y muy util para los que estudiamos humanidades, creo que abarca muy bien el tema y lo sintetiza mucho, pero, no se pierde la importancias de lo que desea expresar.
    aunque es muy interesante me hubiera gustado que cuando comienza ha hablar de logica se exptendiera un poco y poder ver cual es su relacion con los argumentos, pero, como supongo que es el comentario de un texto, para mi esta bien.
    ATT.MIRIAM

    ResponderEliminar