lunes, 29 de junio de 2009

Ensayar el ensayo

No hace mucho tiempo, durante la entrega de calificaciones parciales, un alumno se acercó y me propuso: “Profe: déjeme un ensayo para recuperar nota. Se lo entrego mañana”. Asombrado, pregunté: “¿Y sobre qué puedes entregarme un ensayo para mañana?” “No sé, de lo que usted me diga”. Sopas. O mi alumno era un genio que por modestia no mostró sus competencias durante el periodo evaluado, o no tenía una idea clara de lo que es un ensayo. ¿Tanto hemos abaratado el concepto?

Días después escuché a un colega decir que el ensayo es “lo más fácil, de los trabajos académicos”. ¿Lo más fácil? No me imagino a Octavio Paz escribiendo El laberinto de la soledad o El arco y la lira porque es “lo más fácil”. ¿Tendríamos que aceptar que Alfonso Reyes o Jorge Luis Borges se fueron por lo fácil? ¿Podemos ver a Vargas Llosa escribiendo La orgía perpetua en una tarde, para conseguir un punto extra? Entonces, para evitar que mis alumnos “compren barato”, les recomiendo la lectura de Pensar el ensayo de Liliana Wieinber (México: Siglo XXI, 2007). Un libro sobre el ensayo donde se afirma que el que escribe ensayos "es un especialista en esa actividad humana por excelencia que es el acto de entender el mundo, dotarlo de sentido, ponerlo en valor”. Un ensayo viene a ser el resultado de una “experiencia intelectual” que “retrabaja conceptos y símbolos”. Es mucho más que un conjunto de opiniones; se trata de “articular saberes, decires, tradiciones, discusiones, y captar no sólo conceptos sino estructuras de sentimiento que se dan en el seno de la vida de una cultura”.

Siguiendo a Liliana Winberg, desde una primera aproximación queda claro que el trabajo intelectual del ensayista no se limita uso de información para generar conocimiento, ha de expresar también la manera en que se produce ese conocimiento, de forma creativa, con una voz peculiar, razón por la cual “el ensayo entra en diálogo con otros géneros como la narrativa, la poesía, el teatro”. Se trata, para decirlo con sus palabras de “un estilo del pensar” y “un estilo del decir” escrito en presente. Y en ese sentido, no es extraño que el ensayo reclame la responsabilidad del autor, cuya honestidad y buena fe se presume. Y sin embargo, delimitar el ensayo no es tarea fácil.

Las frecuentes dificultades para ofrecer definiciones acertadas del ensayo se deben atribuir entonces no sólo a cuestiones intrínsecas del género y al complejo modo de articulación que establece entre distintas órbitas (la tensión entre opacidad y transparencia, subjetividad y objetividad, totalidad y fragmento, certeza y duda, ética y estética, etc.), sino también a los diversos modos de lectura e interpretación a que ha sido sometido así como a las diversas modalidades de lectura. (21-22)

El libro de Liliana se divide en tres partes. Abrir el ensayo confronta al lector con la obra de connotados ensayistas. Pensar el ensayo resalta los rasgos peculiares del ensayo, esbozados en la primera parte. Y finalmente, Fronteras del ensayo es un reconocimiento de dos grandes ensayistas latinoamericanos.

Abrir el ensayo comienza con una referencia al personaje bíblico que derrotó con una honda al Filisteo. Luego explica: “Al equiparar el ensayo con la mirada, la mano y la onda de David, he anticipado mi estrategia interpretativa, y me apoyo en una síntesis de orden cognoscitivo, ético y estético a la vez”. (27) Esto, se afirma sin dejar de lado lo que considera una premisa (ley) sine qua non del ensayo: “un contrato de intelección: el que piensa escribe”. (30) Integrar estos tres órdenes es la prueba más clara de que un ensayo no puede ser lo más fácil: generar conocimiento y presentarlo con rectitud y belleza, integrando las paradojas inherentes, puede ser, al contrario, lo más complicado en el ámbito académico. Deseable, desde luego que sí. Hacer que el resultado tenga un tono coloquial y haga ver los problemas con claridad es más bien el resultado de cierta genialidad por parte del ensayista que de la simplicidad del género.

Weinberg apunta, a propósito del inicio de los ensayos, que además de centrar el tema “sellan un pacto de lectura, dan la tonalidad, la tónica, el estilo, anticipan las reglas, las leyes, la modalidad interpretativa a seguir”. (34) Y agrega que pueden ser más efectivos cuando la anécdota origina es parte del saber común y desde una observación inicial el autor se expone como “narrador-intérprete”. Lo cual es muy importante, porque ensayar

consiste precisamente en alcanzar una configuración siempre abierta al filo del presente: se trata de la paradójica tarea de poner límite, cierre, estructura, marco temporal y espacial a alguno que es por naturaleza ilimitado, abierto, informe, presente y referido a una situación pura. (50)

Sin caer en lugares comunes, como aquello de que una característica del ensayo es la presencia de digresiones, Liliana Weinberg va desentrañando y articulando las reflexiones de otros, por ejemplo, “la paradoja y la ironía”, señaladas Huxtley, y la relación “conocimiento y entendimiento”, en el sentido que el mismo autor de Un mundo feliz propone: “el conocimiento representa la integración de lo nuevo a lo ya sabido, mientras que el entendimiento representa una apertura a lo novedoso y desconocido. (58)” Consigna también que para Woolf “El principio que controla [al ensayo] es simplemente que debe dar placer [...]. Todo en el ensayo debe estar dirigido a ese fin.” (61) Y aquí podemos agregar un orden más para complicar el ensayo: articulados en torno a la personalidad del autor (“la más peligrosa y delicada de las herramientas”) se relacionan conocimiento/entendimiento-ética-estética-erótica (o al menos, sensualidad), porque “El ensayo nos despierta y nos devuelve a un mundo de sensaciones intensas”. (62) Pero la subjetividad inherente al ensayo, manifiesta en el tono confesional, no se opone al rigor:

Insistimos: el ensayista es así el protagonista de un viaje intelectual que lo lleva a internarse de lo conocido a lo desconocido, midiendo sus fuerzas –como el héroe un poco valentón y desmedido de los relatos tradicionales- con el rasero sin fondo de la imaginación. (91)

Otro elemento de los que se resaltan en Pensar el ensayo es la dimensión comunicativa de este género. En el ensayo hay un movimiento de ida y vuelta. Es un fenómeno de lectoescritura: “El ensayo es de algún modo hijo de la lectura, surge a partir de su ejercicio”. (107) Pero además,

Puede también en muchos casos lograr el ensayista un tono de informalidad y confianza tales que él mismo, el autor del texto comentado y el lector encuentren un nuevo espacio simbólico para la chprla íntima e informal entre amigos. (108)

En ese sentido, el leguaje apela a su carácter instrumental y al mismo tiempo lo trasciende. “[...] el ensayo no es sólo el despliegue del texto sino la postulación de un recinto simbólico donde se reúne una serie de lectores dispuestos a dialogar y debatir en una atmósfera de sentimientos y opiniones plurales”. (113) Otra vez, el que piensa escribe. El que toma la palabra se erige hermeneuta de su tiempo. El ensayista es un artista: crea. Y así: “El ensayo es, en su más alta expresión, trabajo artístico sobre el lenguaje, voluntad de estilo, poética del pensar”. (121)

Este recorrido cristaliza, como definición velada en la primera página de Pensar el ensayo, la segunda parte del libro. Me parece tan valiosa que no puedo evitar la cita:

Nos referimos particularmente al ensayo como forma de indagación del mundo a partir de un yo, como trayectoria abierta a partir de la elección de un punto de vista que se constituye así a la vez en un punto de partida, como viaje de exploración intelectual a través del mundo y el lenguaje, como representación artística de un proceso de representación intelectual, como presentación ostensible de una puesta en perspectiva que tiñe la mirada del autor a la vez que el mundo por él mirado, así como participación responsable con el lector de esa visión personalizada de los más diversos temas y problemas. El ensayo es un interpretar activo necesariamente traducido en un cierto orden textual, que hace a la vez del lenguaje y de la prosa su instrumento de expresión y su materia de indagación. (125)

Dicho lo cual, se entienden con claridad las tensiones fundamentales de las que se habla en el libro, a saber: que el ensayo se escribe en prosa, pero no es prosaico pues intenta “convertir el lenguaje en materia de reflexión y trabajo artístico”. (127) Que escribe un “yo pensante” que intenta comprender en un discurso coherente el universo, de por sí abierto. O que la observación del mundo es válida por tratarse, precisamente, de una cuestión de perspectiva.

Así pues, y teniendo en cuenta que el ensayo queda inserto en un juego hermenéutico que admite la autocontradicción para esbozar escenarios o conclusiones aceptables, se entiende que las tensiones devengan paradojas, en el sentido en que hoy se definen, esto es, como “un círculo vicioso que implica interpretaciones, actos o indicaciones mutuamente excluyentes, que lo fuerzan a salir de ese círculo para construir una respuesta más satisfactoria y poderosa que abra hacia otras vías de solución del problema”. (136) En esta lógica, Liliana apunta algunas como

La paradoja de la representación que consiste en que el ensayo no está en lugar de un aspecto del mundo re-presentándolo, sino que es el proceso de representación el que destaca. O dicho de otra forma: “el ensayo produce y reproduce”. La paradoja del punto de vista, toda vez que “el ensayo remite así a la vez al mundo y a la mirada”. (137) La paradoja de la situación, puesto que “El ensayo articula un punto de vista de arranque, frecuentemente teñido por la presencia del autor, quien dota el texto del propio estilo deber y presentar las cosas, pero a la vez aspira a alcanzar un punto de llegada afín a una mirada general o incluso universal”. (138)

Asimismo tenemos la paradoja de la particularidad puesto que la generalidad se contempla desde la particularidad. La paradoja de la enunciación, toda vez que “la actividad conduce al texto y el texto remite a la actividad que lo construye”. (139) La paradoja del lector, quien es “al mismo tiempo un cómplice y un rival, un objeto a seducir y un antagonista a convencer” (140) ligada a la paradoja de la destinación, según la cual el ensayo termina por ser “una forma privada de vivir lo público y una forma pública de vivir lo privado”. Y por último la de la tipicidad, pues “Cada ensayo es un ejemplar que repite e imita el carácter exclusivo e inimitable del modelo”. (142)

Con todo lo dicho, estamos ya muy lejos de la definición compartida por muchos estudiantes universitarios para quienes el ensayo, dicen, “es una opinión, con mis palabras”. Aciertan en la dimensión subjetiva, pero pierden sacrifican toda la arquitectónica intelectual que garantiza una aproximación profunda al tema. Se ignora, pues que,

El ensayo mira, dice y evalúa, anuncia en el acto mismo de entender y entiende en el acto mismo de enunciar; al mirar crea un punto de vista que remite al mundo a la vez que al ojo que mira, de tal modo que es un él fundamental la subjetivización de la perspectiva y, más aún, el carácter ostensible con el que el sujeto transmite mucho más que una opinión o un punto de vista: presenta su propia y plena experiencia de mundo. (147)

Es una autoexposición que no termina con la escritura, demanda la lectura. Y en el mejor de los casos se convierte en diálogo. En aproximación en el sentido de que ensayista y lector se comparten la experiencia de ser intelectual y sentimentalmente prójimos, habitantes del mismo espacio vital, porque “El ensayo es la consumación estética del acto de entender y de leer el mundo”. (152) Esta dimensión dialógica se comprende mejor si consideramos que:

Quien participa en procesos comunicativos adopta una actitud performativa o realizadora, que a su vez lleva a adoptar una determinada disposición ante las pretensiones de validez (verdad, corrección normativa, sinceridad), que formula el hablante en espera de una respuesta afirmativa o negativa por parte del oyente. (155).

Desde luego, si la producción del ensayo es compleja, durante el proceso comunicativo el lector debe estar habituado a leer en varios niveles. Ha de estar dispuesto al diálogo, a confiar en “estilo libre, exploratorio, abierto” del autor.

La lectura del ensayo es una experiencia catártica y participativa de la cual salimos enriquecidos, mejorados, de modo tal que resulta a la vez profundamente ética y estética. La lectura del ensayo es además una experiencia límite en que lo nombrable colinda con lo innombrable, lo asible con lo inasible, lo legible con lo ilegible, y constituye uno de los encuentros humanos más intensos y perfectos, al que nunca podremos abarcar totalmente. (169)

Durante la última parte, Fronteras del ensayo, la autora propone un recorrido por las páginas de Jorge Luis Borges y Octavio Paz. Por su prosa llena de poesía y erudición, por su agudeza intelectual y la facilidad de palabra, en fin, por la obra ensayística de dos grandes. Con esto queda claro lo que es un ensayo y se demuestra que el ensayo es un género exigente. Mucho. Demasiado. A tal grado que para concluir se sugiere una última contradicción:

tal vez la mayor paradoja resulte en que buena parte de la crítica haya desconocido su complejidad y haya preferido pensarlo como superficialidad, ligero, errático, asistemático, no comprometido con la cosa, abierto temática y estilísticamente a cualquier impulso de una subjetividad caprichosa. Nada más alejado del ensayo que esto último: en su dimensión como poética del pensar, en su capacidad de ofrecernos nuevos miradores para entender el mundo, en su más profunda ley intelectiva, el ensayo se nos muestra como la más íntima forma de vivir lo social y la más pública de dar a conocer nuestro singular modo de sentir el mundo. (213)

32 comentarios:

  1. Hola profesor soy carolina, me parece muy interesante su punto de vista, pues ahora los ensayos pensamos que es sólo poner nuestra opinión, pero es más que eso y me parece interesante ese libro que recomienda. Nos vemos.

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  2. Me parece muy interesante lo que escribe, creo que en ese aspecto tenemos la culpa tanto los alumnos, por no investigar más acerca de los trabajos que nos piden realizar, como los profesores, por no darnos un concepto claro de lo que es en este caso, un ensayo.
    ¡Saludos!

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  3. La problemática de la concepción del ensayo en la actualidad deviene de una contradicción histórica, latente en todas las pautas pedagógicas, culturales y sociales. Ciertamente, se ha degradado el término en la concreta y lúcida exposición de ideas plasmadas en un texto. Si bien comparte dicha función, la sistematización y el conocimiento preciso de los métodos de presentación expositiva forman una estructura ejemplar para la correcta ilación de nuestras ideas.
    Ciertamente, la carencia de estos recursos se debe, en gran medida, a la falta de optimismo ante la historia del conocimiento (filosofía, antropología, historia, lógica, literatura y la afluencia humanista). Si se tuviera una mediana comprensión de los procesos evolutivos de las disertaciones (como las pautas de la dialéctica, la mayéutica, los métodos pitagóricos, aristotélicos y el método científico), esencialmente, se podría reconocer la jerarquía de los conceptos y los mecanismos para hacerlos concretos.
    Tal parece que lo que se ha considerado “ensayo” hoy en día –y en eso se ha estancado la postmodernidad- es a un sinfín de opiniones con una inconsciente estructura y una temática deficiente. Es realmente triste, y hasta absurdo, que muchos de los “especialistas” en estas áreas (docentes si es el caso) tengan por abstracto una idea tan absurda y carente de valor apreciativo del ensayo. Se necesitan someter a la lógica, a la retórica, a la lingüística todos estos juicios al respecto de los argumentos, su función y estructura. Es lo que se necesita: claridad.
    Aunque, por más pesimista y crítico que sea el asunto, no podemos esperar más. Finalmente las concepciones y degradación de conceptos reflejan el pensamiento imperante; tendríamos que hacer una comunidad de personas propositivas (no nostálgicas) que separen el pensamiento “la concepción antigua fue mejor” para aprovechar la crítica actual. Y si el caso es drástico, derrocar el sistema del ensayo –si fuera la función- en pos de la concreción intelectual. Por lo que sé, a Yépez le encanta sentir que es un innovador y transgresor de formas estilísticas. Pero su pensamiento (redactado) es tan claro, que se perciben ínfimamente las normas intransferibles del ensayo clásico: de la exposición clara.
    ¿no le parece maravilloso?

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  4. Muchas gracias por la recomendación. Me he cuestionado sobre la labor ensayística toda mi carrera.

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  5. Violeta Faridi Ortiz Arceo8 de marzo de 2012, 6:53

    Hola profe, soy Violeta y leyendo lo expuesto por el ensayo considero que ésta herramienta es un medio de expresión sistematica que sigue un orden en estructura y cuyo contenido debe ser una muestra no solo de la interpretación de quien lo escribe si no que debe tener un significado para el futuro lector, esto por tanto, no resulta del todo facil puesto que el lenguaje a utilizar es una herramienta de doble filo.

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  6. hola profesor
    la lectura esta muy interesante porque tanto alumnos como docentes a veces no le damos el volor que tiene cierto trabajo.
    La parte que mas me llamano la atencón de la lectura fue que el ensayo se relacionan conocimiento/entendimiento-ética-estética-erótica (o al menos, sensualidad), es interesante el punto de la erótica osea ponerle un toque de deleíte y estilo poética del pensar que nos despierta y nos devuelve a un mundo de sensaciones intensas.

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  7. A mi parecer es un texto bastante interesante, puesto que nos ayuda a saber y reflexionar más sobre lo que implica el escribir un ensayo, el verdadero significado del ensayo, el cual como lo dice al principio muchas veces lo tomamos como algo más, una costumbre.. cuando tiene muchas cualidades muy diferentes, y es algo que implica mucho de nosotros como para ser "algo más", y no darle el valor que se merece.

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  8. Me parece excelente esta lectura y estoy totalmente de acuerdo después de la siguiente serie de adjetivos calificativos :
    Creativo,un estilo de pensar,narrativa, poesía, teatro, escrito en presente, cognitivo, ético, estético,rectitud y belleza, marco temporal y espacial, ilimitado,conocimiento, entendimiento,placer, personalidad del autor, erótico, sensualidad, movimiento de ida y vuelta, juego hermenéutico, mirada general, paradoja de la particularidad, de la enunciación, de la destinación, de la tipicidad,mira dice y evalúa, presencia de mundo,autoexposición,diálogo,entender y leer el mundo,experiencia catártica y participativa,exigente.
    Que más se podría decir? a todo esto yo solo resaltaría :
    1.-autoexposición por hablar de la forma de pensar y escribir del autor.
    2.-marco temporal y espacial ubicado en el contexto
    3.-ético y estético,
    4.-con conocimientos que lo sustenten
    5.-exigente, en el pensar, escribir crítico, reflexivo, congruente todo esto nos habla de un gran ejercicio de pensar, comunicar y leer
    Laura Coral Albicker Díaz

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  9. RUBITZEL REYES/ PROCESOS EDUCATIVOS

    Para mi corta experiencia como lectora y cómo estudiante, el ensayo representa pasión; si bien una pasión un tanto disciplinada a comparación de otros géneros que gozan de mayor libertad, sí de la pasión que engendra la convicción. Estoy completamente de acuerdo con que no es "de lo más fácil" como creación literaria, vaya, ni como entrega académica, recuerdo que en la preparatoria tuve que realizar el mismo ensayo al rededor de 15 veces, gracias a mi ilustre maestra Guadalupe Bonilla que me lo regresó las mismas veces, logré , si no bien realizar, pero si al menos entender la riqueza de un ensayo y la complejidad que recae en sus exigencias.
    No sólo es mostrar que somos expertos en cierta temática, ni que podemos estructurarlo sintáctica y ortográficamente, es coherencia, es hacer uso de todos los recursos de lo que poseemos, es mostrar una vos única, la nuestra, y es todavía más allá brindarle al texto vida con la genialidad que pueda embellecer aún más lo que se afirma.

    RUBITZEL REYES/ PROCESOS EDUCATIVOS

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  10. Hola profe:
    Me pareció una interesante lectura, algo larga y un poco repetitiva... a mi parecer el ensayo no es sólo un trabajo académico para la evaluación de un curso, implica más que eso, implica un mundo, una realidad del sujeto que escribe una forma de explicar un tema, más que con tus propias palabras, es una forma de expresar y sobre todo el de crear conocimiento.

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  11. Ciertamente el ensayo es una tarea que reúne una serie de habilidades de conmprensión, reflexión, análisis, redacción y comprensión lectora entre muchas otras.

    Y al entender que un ensayo nos lleva más allá de escribir sobre un tópico en particular, y que contempla una postura, conocimientos y el propio sentir, nos conduce a verlo como una obra que en su proceso nos hace descubrir y aprender aún sin darnos cuenta toda vez que esa experiencia nos envuelve resultándonos sumamente placentera, pues en este acto nos descubrimos a sí mismos.

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  12. Hola profe, muy buena lectura sobre el ensayo, donde nos da a conocer diferentes calificativos que le dan un toque de deleite como son creativo, ético, estético, belleza, ilimitado, personalidad, que dejan de lado aquella indicación fría que se les da a los alumnos de realizar un escrito que está compuesto por tres partes en las que se basaran en una investigación fría y aburrida, y que lo lleva a una experiencia participativa de un vaivén entre el escritor y el lector.
    Claudia Castelán González

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  13. Hola Profesor!!
    La reseña aquí expuesta me pareció interesante, sobre todo porque nos habla de lo que realmente debemos entender como ensayo.
    En mi opinión esta información me sirvió para conocer como se realiza un verdadero ensayo, como menciona el texto, la mayoría cree que un ensayo es sólo la opinión o lo que se entendió de una lectura con tus propias palabras, y no, esto no es un ensayo, la explicación que se nos da aquí queda muy clara. Entedí que lo que realmente es un ensayo es que más que una opinión es una interpretación de lo que se ha leido traducido en un orden textual que es muy diferente de una opinión.
    Considero que tomar en cuenta esta reseña nos servirá de mucho en la realización de nuestro videoensayo.

    Belén Carolina Ahuatzin Atonal
    PP.EE

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  14. BRENDA CRUZ SILVA
    para mi un ensayo es un estilo del pensar” y “un estilo del decir” escrito en presente. Y en ese sentido, no es extraño que el ensayo reclame la responsabilidad del autor, cuya honestidad y buena fe se presume. Y sin embargo, delimitar el ensayo no es tarea fácil.
    Un enayo es una autoexposición que no termina con la escritura, demanda la lectura. se convierte en el diálogo sobre un tema a tratar . En aproximación en el sentido de que ensayista y lector se comparten la experiencia de ser intelectual

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  15. Pues bien como lo dice el texto un ensayo no es una tarea fácil que se pueda planear de la noche a la mañana y es que implica una serie de pasos que se deben seguir para construir un verdadero ensayo para ello debe elaborarse muy seriamente y en un tiempo adecuado para dar a conocer el mensaje que se quiera transmitir a un cierto tipo de persona, para esto el sujeto que esté a cargo de realizar un ensayo debe tomar en cuenta al mundo desde su propia perspectiva y al mismo tiempo relacionándolos con experiencias, opiniones, tradiciones, discusiones, etc., de ahí que el ensayista es el protagonista de un viaje intelectual que lo lleva a interactuar con lo conocido a lo desconocido con un sentido creativo y de imaginación, tratando de expresar su propia experiencia al mundo.

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  16. Puede que un ensayo no sea algo fácil, sin embargo así como no todos pueden hacer una mesa perfecta o otros una escultura hermosa sin tener una preparación previa es difícil construir un ensayo que nos permita hacer que quien lo lea sepa que damos a entender y tener una empatia con lo que queremos expresar.
    como dice arriba "La lectura del ensayo es una experiencia catártica y participativa de la cual salimos enriquecidos, mejorados, de modo tal que resulta a la vez profundamente ética y estética" considero que es la forma de conocer a alguien sin haberlo visto antes, de tener una idea o una opinión de algún tema y que puede a nosotros tener una visión diferente y nos enriquece.

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  17. Wow!! profe!!
    si yo estoy totalmente de acuerdo con el texto, es increíble como se le han ido quitando el sentido a las cosas, en lo personal yo sufro cuando me piden redactar un ensayo, y es por lo mismo es un escrito tan complejo que pareciera que es lo "mas fácil"

    Pero creo que solamente con la investigación y la práctica podremos crear conocimientos y aundar mas en un tema para llegas a ser "especialistas en nuestro ensayo"

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  18. hola hola profe!

    Cuando más aprendo, más quiero aprender y a la vez me doy cuenta de la cantidad de cosas que tienen un sentido mucho más amplio que el que la mayoria de veces omitimos, tal como este caso el ensayo.
    considero que toda la información brindada en este espacio es muy valiosa y digna de compartirla.
    dentro de mis expectativas como estudiante y futura profesionista me es indispensable ser buena en la redacción de ensayos.

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  19. Hola profe:
    Me gusto como surgió su idea del ensayo, efectivamente no es fácil se realizar, se requiere de una gama de información, análisis, estructura no nada mas así de rápido. tomando en cuenta lo que menciona el libro de Liliana, me pareció muy interesante y enriquecedor. ya que muchas veces no se toma en cuenta esas partes fundamentales del ensayo.

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  20. El ensayo en muchas ocasiones resulta una tarea fácil,para aquellos que creen que se compone sólo de ideas banales que le surgen al momento, sin embargo esto para mi no es así, estoy muy de acuerdo con la autora en el sentido de que un ensayo va más allá de una simple tarde de inspiración, es centrar ideas, propuestas, dudas en un mismo objetivo, agotar el intelecto hasta lograr comprender y hacer que se comprenda ciertos temas. La complejidad del ensayo no recae en el contenido sino en la calidad del mismo, pues si bien es una visión amplia del mundo, el mundo debe entender esa individualidad por medio de unas cuantas palabras.

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  21. Sin duda una reflexión muy completa acerca del ENSAYO, pues hasta antes de leer sus reflexiones estaba dentro del grupo de alumnos que piensan que el ensayo solo es poner la información con nuestras propias palabras, sin embargo, ahora entiendo la complejidad de este género. Por otro lado, me parece muy acertada la reflexión acerca del ensayo como un estilo de pensar y un estilo de decir, pues como en otras clases lo he retomado, lo difícil no es pensar, lo difícil es plasmar nuestros pensamientos en palabras, pues debemos estar conscientes de que el texto que vamos a escribir debe ser completamente claro para la persona que lo leerá, ya sea un maestro o un compañero.
    En conclusión, me ha hecho reflexionar acerca del valor real que un ensayo puede tener, ya que hasta el momento, he realizado bastantes ensayos, pero nunca me había quedado claro que era y que estructura se debía seguir, no obstante, considero que esto no puede quedarse solo en la opinión de un autor, esto debido a que al vivir en una sociedad de la información podemos acceder a tan variadas fuentes de conocimiento que nos permitan complementar lo que ya sabemos, pues como en una parte leí, conocimiento es solo incorporar el saberes nuevos a los ya existentes, entendimiento representa una apertura a lo novedoso y desconocido. En pocas palabras, considero que el ensayo es uno de los géneros discusivos más completos, pues considera la prosa y el lenguaje para poder ser producido.

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  22. Sin duda me parece una reflexión muy interesante, pues me ha hecho reflexionar acerca de la complejidad que conlleva la elaboración de un ensayo, ya que hasta antes de leer esta publicación consideraba que un ensayo era solo poner la información encontrada con nuestras propias palabras.
    Por otro lado, me parece interesante la reflexión que se hace acerca del ensayo como un modo de pensar y un modo de decir, debido a que como lo hemos abordado en varias clases, lo difícil no es pensar, lo difícil es plasmar nuestras ideas en papel, puesto que lo que escribamos no solo será para nosotros, sino que debe ser compartido y por tal motivo debemos pensar en los lectores y en la importancia de que el escrito quede claro para ellos.
    Finalmente, me gustaría destacar la aportación acerca de que el ensayo nos permite acceder al entendimiento, es decir, a estar abiertos a lo novedoso y desconocido. Para concluir, considero que un ensayo va más allá de escribir simplemente la información que encontremos con nuestras propias palabras, pues se trata de actualizar saberes, decires, tradiciones y discusiones así como captar estructuras de sentimientos que dan en el seno de la vida de una cultura.

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  23. Cada quien da a entender lo que cree que es un ensayo, muchas veces esas diferencias se empeñan en ser ramplonas. Me quedo con el pragmatismo erógeno de esta lectura, si ejercito las neuronas, excitaré a las hormonas. Saludos :)

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  24. Hola profesor, le agradezco que se haya dado a la tarea de escribir algo así ya que muchas veces al escribir un ensayo no sabemos cómo hacerlo y cometemos errores como el que planteaba al inicio. Cuando eso es lo peor, ya que ahora se que un ensayo requiere de tiempo y conocimientos del tema, no solo es definirlo con palabras propias; un ensayo va más allá de la reflexión. La lectura es muy amena.

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  25. Considero que este pequeño resumen de la lectura de Weinberg es muy interesante porque muestra todos los aspectos fundamentales de un ensayo, pero a pesar que como ya lo menciones es una síntesis, es increíble que en tan poco puede expresar demasiado.
    Y sí esto es así, un ensayo debe contener eso y más, pues la comunicación, participación, expresión, belleza, estética, arte y todo lo demás que lo conlleva necesita de mucha dedicación y apreciación por lo que se está haciendo.

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  26. Después de leer todo su texto, lo único que me queda por decir es un ensayo es una obra de arte.
    Gracias por compartir información tan importante.
    Saludos

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  27. Un ensayo viene a ser el resultado de una “experiencia intelectual” que “retrabaja conceptos y símbolos”.... y es verdad, en lo personal me cuesta trabajo hacer un ensayo, tengo que leer, comprender y hacer mío lo leído, combinar las "experiencias" y los conocimientos obtenidos para lograr esa obra de arte... el ensayo en mas que simples palabras plasmadas en una hoja de papel.....

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  28. Gracias por compartir su texto, me llamo mucho la atención cuando menciona que "el ensayo es la consumación estética del acto de entender y de leer el mundo”, me quedo con esta definición.

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  29. Buenas tardes profesor, al terminar de leer su reseña, me puse a reflexionar y reconsidere mi percepción acerca de lo que es en realidad un ensayo y me di cuenta de que estaba en un grave error, ya que el ensayo no es tan fácil de definir como como parece, debido a que no tiene que ser tan superficial y concreto en base a cualquier tema a tratar, sino que es más allá de un esfuerzo cognitivo y gramático, en el que se requiere la participación y la sistematización de múltiples factores ya que debemos de hacer un esfuerzo en profundizar en gran medida todos los aspectos del tema y darle coherencia en base a la comunicación escrita para que con esto se consiga atrapar al lector en base a la belleza estética de las palabras que lo conforman. En pocas palabras un ensayo es más allá de una obra de arte pues no sólo es un simple escrito sino que es más allá de la inspiración y las ideas que tiene el autor a la hora de escribir el ensayo, teniendo siempre en cuenta la belleza y la profundidad de las palabras que desea transmitir...

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  30. El simple hecho de que el otro pueda entender tus ideas es muy complejo,debido a la relatividad, y la manera en la que usted lo plantea hace que el proceso de la elaboración del ensayo sea aún más complejo, es más que una exposición o interpretación de tus ideas como dice Gaby es una verdadera obra de arte, que porsupuesto no se puede crear en un sólo día.

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  31. Si me lo permite hasta suena poético la forma en que se define el ensayo. Muchas gracias por compartir, considero que ha cambiado nuestra percepción como alumnos sobre lo que es un ensayo.

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  32. sin lugar a dudas el conocimiento del tema es imprescindible a la hora de elaborar un ensayo ya que esto se reflejará a lo largo de nuestro escrito

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