domingo, 20 de febrero de 2011

Apuntes sobre la elaboración de un guion



En su libro El guión y sus formatos. Una guía práctica Alejandro Herrera Espinosa (México: UIA, 2010) nos recuerda la importancia que tiene el guión para la producción para la producción radiofónica, cinematográfica y televisiva.  

El guión, así lo escribe: con tilde. Y es que aunque finalmente el Diccionario de la Real Academia Española ha incluido esta forma en virtud del uso generalizado, vale la pena recordar que la forma culta es guion ya que se trata de un monosílabo (la u no suena e io es un diptongo creciente) y en español no se tildan los monosílabos, salvo los casos en que se impone el acento diacrítico. En fin, el guión, ese texto en el que se organizan y plasman los contenidos y las directrices de una idea creativa cumple una doble función: “Por un lado, su trama y estructura están destinadas al receptor final, al espectador, pero por el toro, su forma y lenguaje están dirigidos al realizador “de modo que resulta indispensable dominar un mínimo de convenciones “para que los realizadores trabajen eficazmente”. (9)

El guión hace las veces del plano arquitectónico: no es la obra pero muestra cómo será aún sujeta a modificaciones. Y no hace falta decir que todo el equipo debe conocer lo que cada elemento representa. Así pues,
En estricta teoría, la producción no debe iniciar hasta que el guión haya sido perfeccionado, liberando a los realizadores para concentrarse en los aspectos formales del proyecto. La atención que el guionista preste no sólo a sus responsabilidades directas, como estructura, premisa, dramática y caracterización, sino a los aspectos logísticos de producción, son fundamentales para segura la realización exitosa del proyecto. (10)
Con el guión se inicia el proceso.

Veamos el Formato para guión radiofónico (80-20) para tener clara la utilidad de esta guía. Comienza Alejandro Herrera Espinosa esbozando una definición del tipo
un guión profesional está diseñado para su fácil lectura y distribución. Aunque puede haber variaciones en terminología y redacción, los lineamientos que a continuación se presentan son la base formal del guión radiofónico, también denominado “80-20” por su distribución y debe respetarse en la medida de lo posible. (13)
Luego ofrece las Generalidades o características señalando que “el primer requisito para un guión es que permita a los productores calcular la duración del programa”. Con este formato un par de páginas se leen en aproximadamente en un minuto. El papel debe ser blanco, tamaño carta. Letra arial 12 puntos. Una  pulgada de margen en cada lado y “las páginas siempre se numeran en el extremo superior derecho a 1 cm (.39 pulgadas) del margen de la hoja” (14). Esto favorece la lectura.

Siguiendo con las generalidades, “en la parte superior de la primera página se centra el título del programa y  se escribe en MAYÚSCULAS”. Los subtítulos “se escriben entre comillas y en “Altas y Bajas” 14. El nombre del autor o del cliente se coloca en seguida. Y, muy importante, la versión del guión debe ir “en todas las páginas en el extremo inferior derecho” (14).

Habiendo dejado claros los datos de identificación se pasa a los eventos o “unidades narrativas básicas en la radio”. Estos deberán numerarse y “siempre dejar un renglón vacío entre cada uno para mayor claridad” (15)

Distribución de los eventos en el guión radiofónico. Fuente: Herrera Espinosa, Alejandro, 2010: 15.

Antes de mostrar un ejemplo, señala algunas cosas que hay que evitar, como anotar “información adicional” tipo descripciones de los personajes o explicaciones; evitar los formatos o tipografías poco legibles, incluidas las cursivas o las justificaciones del texto.

Como puede verse, esta guía es muy didáctica e indispensable para todo aquel que de uno u otro modo está involucrado en la comunicación a través de medios masivos o de proyectos digitales en red. Y es que en el ejemplo se señalan y explican los elementos del guión.